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martes, 27 de octubre de 2015

PLUTÓN:"CORAZÓN DE HIELO"


















POR: JULIÁN GÓMEZ-CAMBRONERO

CIENTÍFICO DE MANZANARES (CIUDAD REAL), CATEDRÁTICO DE BIOQUÍMICA Y BIOLOGÍA MOLECULAR EN WRIGHT STATE UNIVERSITY SCHOOL OF MEDICINE, OHIO (U.S.A.).

Muchos recordarán las imágenes que enviaron las sondas espaciales Voyager 1 y 2 durante el «Gran Tour» por el Sistema Solar. Mi recuerdo es de cómo fueron coincidiendo los envíos de los «viajeros» a través de los años con mis estudios y la progresión de mi carera científica. Primero, Júpiter (1975) y los volcanes de Ío, cuando estaba en el Bachillerato; en realidad aquello no lo viví exactamente, pero lo seguí después en la serie Cosmos de Carl Sagan, además de las imágenes de la superficie azufrosa que aparecerían de manera prominente en la película «2010: Odisea dos».

Luego Saturno (1981), en mi época de la carrera en Madrid. En las vacaciones de verano, vi las imágenes en blanco y negro en una televisión en la cantina que había entonces en la estación de la Renfe en Manzanares, asombrándome de que las imágenes se iban rellenando en la pantalla de arriba abajo hasta completar el orbe del nuevo planeta…la NASA estaba utilizando una tecnología completamente revolucionaria (en aquel entonces, claro) de convertir imágenes en ondas electromagnéticas y enviarlas a través del espacio.

Algunos años después, Urano (1986), cuando estaba a punto de acabar mi tesis doctoral en Madrid; vi las imágenes en el periódico a todo color enviadas por Vayager-2. Después, Neptuno (1989), en mi Postdoctoral en EEUU, leyendo el suplemento especial del domingo del periódico «Hartford Courant» de Connecticut una tarde de verano, con las imágenes impresionantes del «otro» planeta azul. Y ahora Plutón (2015) también en verano, siguiéndolo en mi portátil en el Lago Powell entre los estados de Arizona y Utah, con gran expectación.

La sonda espacial New Horizons viene a cumplir lo que las dos Voyagers no pudieron. Y es que Plutón es del tamaño de una aceituna a la escala que diseñé en 2010 para el «Paseo del Sistema Solar» del Parque del Polígono de Manzanares (Ciudad Real): http://www.manzanares.es/paseo-sistema-solar. Para ver el planeta real, la NASA no tuvo más remedio que mandar una sonda a propósito. Más allá de 30 veces la distancia que separa a la Tierra del Sol, un mundo frío, helado y recibiendo la luz de nuestra estrella local con una milésima parte de su potencia, Plutón es el mayor de una gran familia de pequeños cuerpos helados que orbitan en torno al Sol en la zona que se conoce con el nombre de Cinturón de Kuiper.

New Horizons comenzó su viaje hace 9 años y medio y se aproximó a su objetivo a una velocidad de 14 Km. por segundo el 14 de julio de este 2015. La superficie de nitrógeno y metano congelados parece sostenerse sobre una corteza de hielo, que es mucho más fuerte. Las primeras imágenes revelaron espectaculares detalles de la superficie, como la existencia de montañas y desiertos helados y una gigantesca formación en el polo Sur con forma de corazón. Plutón tiene un diámetro de 2.370 kilómetros, un poco mayor de lo que se estimaba previamente desde La Tierra y definitivamente es mas grande que Eris.

La noticia inmediata de aquellos días de julio fue que las montañas de hielo que se elevan unos 3.500 metros, eran de «solo» 100 millones años (jóvenes en relación con la edad del sistema solar de 4.500 millones de años) y que posiblemente se siguen formando en la actualidad. En otras palabras, es posible que el planeta esté activo geológicamente. La ausencia de cráteres de impacto (y esa fue la segunda sorpresa) significa que algún proceso geológico debe ocurrir en la superficie para borrar los impactos de meteoritos. Se pensaba que al estar en el cinturón de Kuiper estaría constantemente bombardeado. Lejos de ser un mundo helado y muerto, Plutón ha demostrado ser un mundo bastante activo.

PLUTÓN 






















El área con forma de corazón se bautizó por los científicos de la NASA como «Región de Tombaugh», en honor al descubridor de Plutón, Clyde Tombaugh. Dentro de ella se haya una zona de planicie que tiene el aspecto de una enorme acumulación de fango y recibió el nombre de «Planicie Spútnik», en honor al primer satélite artificial terrestre… Parece un lago helado, ¡pero un lago de monóxido de carbono, no de agua! Los científicos han formulado varias posibles explicaciones para la existencia de esta orografía tan singular como inesperada. Por un lado podría haberse formado a causa de la contracción de la corteza de Plutón. Otra hipótesis sería que las lunas afectaran la superficie (como nuestra Luna lo hace en las mareas de La Tierra). Sin embargo, las lunas de Plutón son demasiado pequeñas.

Quizás haya otra posibilidad. La órbita de Plutón es muy excéntrica, y en su perihelio está más cerca al Sol que Neptuno (si bien Plutón gira alrededor del Sol con una inclinación diferente al gigante gaseoso y no pueden encontrarse). La temperatura media de Plutón es de -223 ºC en «verano» y de -236 ºC en «invierno». De esta manera, el relieve de la superficie se remodelaría con cada periodo orbital alrededor del Sol (248 años terrestres), borrando los cráteres de impacto que se supone deberían haberse formando al colisionar con otros cuerpos del Cinturón de Kuiper.


SONDA ESPACIAL NEW HORIZONS





















Superado Plutón, New Horizons irá al encuentro de otros objetos del Cinturón de Kuiper, el primero de ellos en 2019 y tratará de obtener toda la información que pueda sobre el origen de nuestro Sistema Solar. Luego, mucho mas adelante, llegará a cruzar la Heliosfera como hicieron las Voyager y escapará del reino del Sol. Para transmitir los datos que tomó durante su acercamiento del martes 14 de Julio New Horizons tardará alrededor de 16 meses. Ello no se debe a que la NASA quiera mantener a los espectadores en vilo como un serial de verano, sino a que la velocidad de transmisión de 4 kilobytes por segundo es equivalente a un módem de teléfono antiguo y las imágenes y datos llegan a La Tierra con cuentagotas…. Todavía falta muchas imágenes y datos por recibir y analizar. ¿Qué sorpresas nos deparará? ¿Mas lunas? ¿Anillos? ¿Erupciones de agua congelada en criovolcanes?

Esta es la historia (que podría cambiar a lo largo de 2015 y 2016) que muestra que al encontrar por primera vez lo desconocido, la realidad es mas impresionante de lo que se preveía… una verdadera recompensa de la investigación y la exploración científica. Y una cosa mas… en relación a la nave espacial New Horizons, la estrella de la obra: todo esto ha sido posible gracias a una máquina. Lo cual va en contra de las películas e historias de un futuro distópico de la humanidad con la amenaza constante de la extinción humana y con máquinas esclavizantes. La New Horizons como las Voyager que yo admiraba en mi adolescencia, nos hablan de optimismo, son mensajeros que nos enseñan las grandes cosas que los seres humanos pueden lograr.

Afortunadamente, queda tanto por descubrir…

1 comentario:

Manuel Díaz-Pinés Fernández-Prieto dijo...

¡Magnífica entrada, Supermendo!. Debemos senrirnos orgullosos de las publicaciones e investigaciones de nuestro paisano Gómez-Cambronero y airearlas en las redes, para conocimiento de todos.